En un giro histórico, la Justicia federal argentina avanzará con el juicio en ausencia contra 10 ciudadanos iraníes acusados de participar en el atentado a la AMIA, ocurrido en 1994 en Buenos Aires y que dejó un saldo de 85 muertos y más de 150 heridos. El juez federal Daniel Rafecas aceptará el pedido de la Unidad Fiscal AMIA (UFI-AMIA) y permitirá que el proceso avance sin la presencia de los imputados, quienes se encuentran prófugos y con pedidos de captura internacional vigentes.
La decisión se basa en la reciente incorporación a la legislación argentina del juicio en ausencia, a través de la Ley 27.784, que permite juzgar a personas que han sido declaradas rebeldes y no se presentan ante la Justicia a pesar de estar debidamente notificadas.
Según confirmaron fuentes judiciales a Ámbito, Rafecas no encontró objeciones de peso para aplicar esta herramienta, dado que los requisitos legales se encuentran cumplidos. En su pedido, el fiscal Sebastián Lorenzo Basso argumentó que se trata de un crimen de lesa humanidad, lo que habilita el uso de este mecanismo bajo el amparo del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
El juicio en ausencia representa un paso relevante para destrabar una causa que lleva más de tres décadas sin avances sustanciales en cuanto al juzgamiento de sus presuntos responsables. Entre los acusados se encuentran altos funcionarios del entonces gobierno iraní y miembros de la organización Hezbollah, todos ellos con pedidos de captura internacional aún sin ejecutar.
Los acusados y los cargos
Los imputados por la Justicia argentina son Alí Fallahijan, Alí Akbar Velayati, Mohsen Rezai, Ahmad Vahidi, Hadi Soleimanpour, Mohsen Rabbani, Ahmad Reza Asghari, Salman Raouf Salman, Abdallah Salman y Hussein Mounir Mouzannar. Según la acusación, participaron en la planificación, apoyo y ejecución del atentado a la sede de la AMIA, en un ataque que fue calificado como “crimen de lesa humanidad” por la Cámara Federal de Casación Penal en 2024.
La fiscalía sostiene que los acusados fueron notificados de la causa, pero jamás se presentaron ante la Justicia ni respondieron a los pedidos de extradición. Esa situación bloqueó durante años el avance del expediente.
El rol de Irán y Hezbollah
La hipótesis judicial, construida a lo largo de los años por la UFI AMIA -dirigida anteriormente por el fallecido fiscal Alberto Nisman-, señala que el atentado fue llevado a cabo por la rama armada y clandestina de Hezbollah, bajo órdenes y financiamiento de autoridades del gobierno iraní y con colaboración de su representación diplomática en la Argentina.
La reciente resolución de la Cámara de Casación, que atribuye a Irán la autoría intelectual del ataque y a Hezbollah su ejecución, consolidó esta línea de investigación y fue un argumento clave para que la fiscalía solicitara avanzar con el juicio en ausencia.
Un juicio con efectos aún por determinar
El próximo paso será la elevación de la causa a juicio oral, que deberá ser sorteado entre los Tribunales Orales Federales. Aunque la aplicación del juicio en ausencia es una herramienta novedosa para el sistema judicial argentino, todavía quedan incógnitas sobre los efectos concretos que podría tener una eventual condena, en caso de ser dictada sin la presencia física de los acusados.
No obstante, desde la fiscalía consideran que se trata de una medida fundamental para garantizar el derecho de las víctimas a la verdad y a la justicia, frente a la imposibilidad sostenida en el tiempo de juzgar a los imputados por los canales tradicionales.